
Las Branquias de Mantarraya: Un Negocio Oscuro
BY NAMUBAKShare
A simple vista, las mantarrayas pueden parecer intocables: imponentes, elegantes y símbolo de vida marina saludable. Sin embargo, una amenaza silenciosa está arrasando con sus poblaciones: el comercio internacional de sus branquias, alimentado por la desinformación y la falta de regulación.
¿Qué se comercia exactamente de las Mantarrayas?
Las mantarrayas y mobulas son capturadas por sus estructuras branquiales llamadas branquispinas. Estas les sirven para filtrar plancton, pero en Asia son secadas y comercializadas como tónico supuestamente medicinal.
Lo alarmante es que no existen estudios científicos que respalden sus beneficios, no están incluidas en la medicina tradicional china oficial y su comercialización responde más a marketing que a tradición ancestral.
Turismo vs comercio: una economía desequilibrada
Una sola mantarraya viva puede generar más de $1 millón de dólares en turismo sostenible durante su vida. Aun así, el comercio global de sus branquias apenas ronda los $11 millones anuales, una cifra muy inferior al valor económico que aportan vivas. Según el informe Manta Ray of Hope, el turismo de mantarrayas supera los $100 millones al año a nivel mundial. Cazarlas por unos cientos de dólares representa una pérdida ecológica y financiera difícil de justificar.
“Se está sacrificando un recurso natural valioso por un remedio que ni siquiera está oficialmente reconocido.” — Peter Knights, WildAid
¿Dónde ocurre el comercio de Mantarrayas?
El informe identificó centros clave de pesca y exportación como Sri Lanka, India e Indonesia, cuyos productos abastecen el mercado de Guangzhou, China, el mayor destino de branquias secas. En estas regiones, la caza continúa a pesar de regulaciones internacionales.
En 2014, Indonesia prohibió oficialmente la pesca y comercio de mantarrayas. Poco después, se realizaron las primeras detenciones de traficantes de vida marina, incautando más de 110 libras de branquias, carne de tortuga marina y otras especies protegidas. El turismo de mantarrayas en ese país genera más de $140 millones anuales, demostrando que hay alternativas mucho más sostenibles y rentables.
El caso de Perú: cuando pescadores y científicos se unieron para ayudar a las Mantas Oceánicas
La historia de Edgardo Cruz, pescador peruano, y la bióloga Kerstin Forsberg marcó un antes y un después. Tras la captura accidental de una mantarraya gigante en 2015, Forsberg promovió una ley nacional para proteger a la especie. Cruz, inicialmente ajeno al daño que causaba, se convirtió en defensor y guía turístico.
La ONG Planeta Océano desarrolló junto a comunidades pesqueras una estrategia basada en tres pilares:
- Investigación científica
- Educación ambiental
- Ecoturismo comunitario
Gracias a esta colaboración, Perú cuenta hoy con zonas protegidas, programas educativos escolares y una red de pescadores convertidos en conservacionistas. Además, los datos recopilados indican que el norte de Perú podría ser una zona clave de reproducción para la especie.
Un problema biológico de fondo
Las mantarrayas y mobulas son extremadamente vulnerables: alcanzan la madurez sexual a los 10 años, tienen una sola cría cada 2 o 3 años y pueden vivir más de 30 años. Esta baja tasa reproductiva significa que cualquier presión pesquera tiene un impacto desproporcionado.
En el Mar de Cortés, Mobula birostris prácticamente ha desaparecido. Estudios de TRAFFIC revelan que el 80% de los tiburones y rayas capturados globalmente provienen de solo 10 países, incluyendo Indonesia, India, México, España y EE.UU. Se estima una captura de más de 600,000 toneladas al año.
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El impacto económico y ecológico
Mientras que las branquias secas se venden por hasta $500 el kilo, el turismo de mantarrayas genera cientos de millones al año. Esta contradicción muestra que el valor económico de las mantas vivas supera por mucho el de su captura.
Además, los países que promueven el turismo de naturaleza han comenzado a ver beneficios a largo plazo como:
- Empleos sostenibles
- Fortalecimiento de las economías locales y
- Conservación de especies clave.
Soluciones urgentes
Entre las soluciones propuestas destacan:
- Moratoria inmediata al comercio de branquias
- Inclusión completa en CITES y CMS
- Fortalecimiento del ecoturismo como fuente de ingreso
- Campañas de educación y sensibilización al consumidor
Conexión con otras crisis: el caso del aleteo de tiburón
Este comercio guarda muchas similitudes con el tráfico de aletas de tiburón: mercados asiáticos que impulsan una demanda insostenible, destrucción de especies vulnerables y consecuencias ecológicas irreversibles.
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¿Qué puedes hacer tú?
Apoya el turismo responsable, comparte información verificada y exige políticas de conservación. Las mantarrayas no son solo un ícono marino: son guardianas del equilibrio oceánico. Protegerlas es proteger la salud de todo el ecosistema azul.